Para que se genere una relación de confianza entre el coach y el coachee es necesario que durante el proceso se den los siguientes elementos:

Generar rapport y establecer confianza: ser verdadero, sincero, competente, honesto, congruente, estar presente en cuerpo y alma en la sesión y puntualmente. La confidencialidad de la información debe ser garantizada.
Saber administrar las expectativas del coachee: puede que el coachee espere algo que el coach no le puede dar. Por ejemplo, que el resultado depende del coach.
El coach debe evaluar al coachee y recolectar información: el coach tiene que estar en conocimiento de cierta información del coachee, por ejemplo, cómo está en distintas áreas de su vida, cuál es su situación laboral, financiera, también conocer su forma de expresarse, su postura corporal, gestos, miradas, etc.
Descubrir la preocupación inmediata del coachee: el coach puede proponer un número de sesiones acorde a las necesidades del coachee y proponer una manera para reconocer los avances de las distintas sesiones.
Alianza: la relación del coach-coachee se define como una alianza que nace en pos de alcanzar un objetivo. ¿De qué manera el coachee espera que el coach lo ayude? ¿Qué es lo que el coach puede ofrecerle al coachee?
Definir aspectos prácticos: por ejemplo, el número y la duración de las sesiones para que las reglas de la relación estén claras desde un comienzo y no interfieran con el verdadero objetivo.
Comprometerse con el programa de coaching: ambas partes deben estar comprometidas. El coach debe estar seguro de poder estar presente en todas las sesiones y el coachee asegurarse de tener el tiempo necesario. Además se debe iniciar el coaching con el tema más inmediato y urgente.
Se recomienda entregar tareas al coachee: para que el coachee oriente el trabajo de la próxima sesión.

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