El coaching no cambia a las personas, sólo aspira a ser un operador del cambio. Esto significa que sus esfuerzos van dirigidos hacia el "despertar" del cambio en el coachee y esto implica la búsqueda de los propios recursos personales.

¿Por qué algunos cambios no llegan a producirse?

Muchos cambios no llegan a producirse porque vivimos atascados en hábitos que desarrollamos en otros tiempos, para otras necesidades. Y el hábito resulta difícil de modificar por dos razones:

Por una parte, el hábito se perpetúa en redes neuronales cuyo uso recurrente provoca el mismo tipo de comportamiento.
Por otra parte, el medio en el que nos encontramos, también reacio al cambio, refuerza nuestros hábitos al esperar que seamos como siempre hemos sido.

¿El coaching facilita generar nuevos hábitos?

El coaching enseña –pero sin enseñar– cómo generar nuevos hábitos. Se puede decir que el coaching desencadena y estimula el aprendizaje sin recurrir a un modo de transmisión vertical de enseñar.

¿En qué acompaña un coach a un coachee?:

A identificar y contextualizar las metas y objetivos claramente.
A encontrar en sí mismo los recursos que requiere para alcanzarlos.
A estructurar nuevos significados que le producirán reacciones "semánticas".